Quienes "militan" en grupos especialmente dedicados a esa tarea, pueden convertirse en seres extraños, idealistas, lejanos a la realidad general de las sociedades que pretenden ayudar, pese a sus nobles intenciones. Y es que pocos campos generan tantas emociones como el ambiental.
Debemos tomar conciencia de que ese distanciamiento es uno de los mayores obstáculos para lograr soluciones concretas. Tenemos que comprender todos, que al hablar de ambiente estamos hablando de economía, cultura, sociedad, salud, trabajo, desarrollo, permanencia, pertenencia...de la subsistencia misma del hombre. Y además comunicarlo con esa esencia.
Más allá de lo evidente, los humedales engloban una inmensa diversidad de beneficios que pocas veces nos hemos detenido a evaluar; recursos y oportunidades que, de ser bien valorizados y racionalmente utilizados, incidirían positivamente en la mejora de nuestra calidad de vida.
Muchas veces se ha dicho que "lo que no se conoce no existe", es decir, lo que no se comunica no existe y "el que no sabe es como el que no ve". Si queremos un hombre integrado a su ambiente, que lo comprenda más allá de utilizarlo y enfrentarlo, entonces, necesitamos una comunicación efectiva, para educar, informar, motivar y multiplicar conductas en el mayor número de personas posible. Para lograrlo, los "medios de comunicación social" se convierten en el instrumento primordial con tecnologías capaces de hacer llegar imagen y/o sonido al instante, desde y hasta cualquier lugar de la tierra.
Los conservacionistas, y todos aquellos que sin serlo, demuestran una especial sensibilidad por lo ambiental, debemos prepararnos para comunicar efectivamente, entendiendo la gran variedad de personas que recibirán nuestros mensajes, poniéndonos en los zapatos de quien menos imaginamos. Por ello, nuestras palabras e ideas, deben ser claras, prácticas y cotidianas, de tal forma que sean recibidas como atractivas y cercanas para la mayoría de las personas que nos escuchan. Después de todo, no queremos hablarles de algo que puedan percibir como lejano o de poco utilidad para su entorno inmediato.
Por su parte, es importante resaltar que los medios, como industria, son un negocio y necesitan productos atractivos, de fácil introducción y aceptación para ganar la mayor cantidad de público que les permita venderse y subsistir. El reto ambiental está entonces en hacer nuestro producto (el ambiente sano) un artículo de "primera necesidad".
De cualquier forma, a través de esos medios o del contacto personal, la comunicación es lo único que le permite al ser humano comprender su mundo, tomar decisiones y actuar en consonancia. Si logramos seducir a las personas que nos rodean, éstas querrán saber más, tendrán disposición para recibir mucha más información y unirse a nuestra batalla. Finalmente, descubrirán que el ambiente y la conservación hacen posible el disfrute de la vida misma y todos habremos ganado.
Por Marycarmen Sobrino
http://www.vitalis.net/actualidad24.htm
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